En ocasiones se les conoce como "tierra para macetas" puesto que se trata de un medio que busca realizar las funciones que desarrolla un suelo pero en el interior en un recipiente (maceta).
Sus funciones básicas son:
- Proporcionar anclaje a la planta.
- Suministrar el agua y los nutrientes que requiere.
Clasificación de los sustratos.
Si bien existe un buen número de clasificaciones diferentes de los sustratos, la más utilizada es la que diferencia entre sustratos orgánicos e inorgánicos:
1. Sustratos orgánicos. Pueden a su vez dividirse en:
1.a De origen natural, caracterizados por estar sujetos a biodescomposición, conocidos como turbas.
1.b De síntesis, los cuales son polímeros orgánicos no biodegradables, que se obtienen mediante síntesis química (espuma de poliuretano, poliestireno expandido, etc.).
1.c Subproductos y residuos de diferentes actividades agrícolas, industriales y urbanas. La mayoría de los materiales de este grupo deben experimentar un proceso de compostaje para su adecuación como sustratos (cascarilla de arroz, paja de cereales, fibra de coco, orujo de uva, cortezas de árboles, serrín y virutas de la madera, residuos sólidos urbanos y lodos de depuración de aguas residuales, entre otros).
2. Sustratos inorgánicos.
2.a De origen natural. Se obtienen a partir de rocas o minerales de origen diverso, modificándose muchas veces de modo ligero, mediante tratamientos físicos sencillos. No son biodegradables (arena, grava, tierra volcánica).
2.b Transformados o tratados a partir de rocas o minerales, mediante tratamientos físicos de complejidad variable, que modifican notablemente las características de los materiales de partida (perlita, lana de roca, vermiculita, arcilla expandida).
2.c Residuos y subproductos industriales. Comprende los materiales procedentes de muy distintas actividades industriales (escorias de horno alto, estériles del carbón, por citar algún ejemplo).
Otra posible clasificación es la que agrupa entre sustratos naturales y artificiales.
- Sustratos naturales: agua, gravas, arenas, tierra volcánica, turbas, corteza de pino o fibra de coco.
- Sustratos artificiales: lana de roca, perlita, vermiculita, arcilla expandida o poliestireno expandido.
Composición de los sustratos.
Un buen sustrato, en líneas generales, debe incluir:
- Tierra orgánica (compost). Formado por la descomposición, aeróbica o anaeróbica, de desechos orgánicos (restos de poda, hojas, raíces, comida...). Se trata de un grado de descomposición medio, cuando su descomposición es completa pasamos a llamarlo humus. Ambos, tanto compost como humus, proporcionan al suelo porosidad, estructura (recordad el complejo arcillo-húmico) y nutrientes básicos.
- Turba negra. Se trata de un material orgánico, de color oscuro y con alto contenido en carbono. Forma una estructura espeonjosa, liviana en la que aún podemos apreciar los componentes vegetales de la que se forma. Pueden ser rubias o negras.
- Abono (fertilizante). Sustancias de origen orgánico o inorgánico, que mejoran el sustrato desde un punto de vista nutricional.
- Perlita. La perlita son pequeñas bolas blancas generadas por la extrusión de micas. Su función es esponjar la tierra, mejorando la aireación y aumentando su capacidad de retención de humedad.
- Vermiculita. Se trata de un mineral de la familia de las micas expandida térmicamente, formado eminentemente, por silicatos de hierro y magnesio. Su color es amarillento-dorado. Sus funciones son idénticas a las de la perlita. Suele mezclarse con turba a un 2% de proporción.
Os paso un vídeo de Bricomania en el que se explica, de forma muy breve, algunas características y recomendaciones sobre sustratos (5:09 min.):
Gracias!!!! Muy útil..
ResponderEliminaren realidad si es muy útil,
ResponderEliminarmuchas gracias por la información.